¿El estrés está causando mi malestar digestivo?

¿El estrés está causando mi malestar digestivo?

Sigo recibiendo la pregunta: "¿el estrés me está causando mi malestar digestivo?" Y es una pregunta legítima, sin duda.

Estrés y digestión

No crees que puedan estar relacionados. Pero, sí lo están (y mucho).

Según Harvard,

La relación entre el estrés ambiental o psicológico y el malestar gastrointestinal es compleja y bidireccional: el estrés puede desencadenar y empeorar el dolor gastrointestinal y otros síntomas, y viceversa.

 

Anatomía básica

El intestino y el cerebro se comunican entre sí, principalmente a través del nervio vago, pero también a través del sistema endocannabinoide del cuerpo. Este sistema está involucrado en la motilidad digestiva, las náuseas, la inflamación intestinal, la permeabilidad intestinal, la proliferación de células cancerosas y las interacciones complejas con las bacterias probióticas de los intestinos.

Conociendo ese hecho, se vuelve un poco más fácil ver la correlación directa entre el estrés y la digestión; cerebro e intestino.

Mucho de lo que sucede en el cerebro afecta lo que sucede en el intestino. De hecho, piensa en algo tan simple como lo que pasa en el momento en que piensas en comer tu comida favorita. Tu boca empieza a salivar. La mente instantáneamente piensa que el estómago tiene hambre (por lo menos aparece un deseo intenso). Todo esto es parte del proceso digestivo, que empieza incluso antes de que la comida toque la boca. El cerebro anticipa la llegada de los alimentos, produciendo saliva.

Entonces, si el cerebro es donde todo empieza, ¿qué pasa si estás completamente estresada antes de ese primer bocado?

Pero es probable que el estrés no sea lo que crees que es. Nuestros cuerpos soportan múltiples factores estresantes cada día.

Cuando pensamos en el estrés, tendemos a pensar automáticamente en el estrés de estas formas:

  • El trabajo está cañón, me estresa mucho.
  • Mi coche se quedó parado. Estoy tan estresada.
  • ¿Empaqué todo para los lunches de los niños?
  • ¿Cómo voy a tener esa conversación difícil?

Y sí, esos son eventos de "estrés normal". PERO el verdadero estrés es mucho más que eso.

 

Físico

Exceso de trabajo, exceso de ejercicio, productos químicos, comida chatarra, accidentes, cirugía.

Ambiental

Contaminación, ruido, temperaturas extremas, campos electromagnéticos, toxinas.

Biológico

Enfermedad, alergias, dolor, enfermedad crónica, cambios hormonales, envejecimiento, desnutrición.

Sociológico

Matrimonio, mudanza, trabajo, problemas diarios, cuidar a un ser querido enfermo, pérdida, preocupaciones financieras, nacimiento, muerte.

Psicológico

Ira, miedo, ansiedad, frustración, pensamientos negativos, depresión, tristeza, pena.

Con todos estos factores estresantes diarios, por supuesto que el estrés podría estar causando o empeorando tu malestar digestivo.

A veces hay personas que me dicen “no estoy comiendo nada diferente, pero todavía estoy súper inflamada”.

Después de observar los diversos factores de su estilo de vida actual (¡porque recuerda, que no se trata solo de la comida!), se hace evidente que el estrés podría ser la causa actual del brote. Cualquier cantidad de cosas pueden estar actuando como “la gota que derramó el vaso”.

 

¿Puedo deshacerme del estrés por completo?

La respuesta es no.

Pero, no te preocupes, no todo el estrés es dañino.

Hay dos formas de estrés: el estrés agudo y el estrés crónico.

Estrés agudo: a corto plazo: ayuda con el enfoque y el rendimiento.

Estrés crónico: a largo plazo – puede dañar la salud.

Cuando el cuerpo está bajo estrés crónico, el sistema nervioso simpático se activa con demasiada frecuencia. 

Aquí hay un mini resumen de los sistemas nerviosos simpático y parasimpático.

Sistema nervioso simpático

Modo “lucha o huida”. Ralentiza la digestión y el flujo de alimentos para prepararse para la acción. Se activa con el estrés.

Sistema nervioso parasimpático

Modo “descanso y digestión”. Controla la digestión, la excitación sexual, la salivación, etc. Se ralentiza bajo estrés para conservar energía.

 

Entonces, con el estrés crónico, se produce algo más que malestar digestivo.

Según el Instituto de Nutrición Integrativa y el Curso de Salud Intestinal, aquí hay 10 consecuencias (digestivas) del estrés crónico.

  • Aumento de grasa abdominal.
  • Intolerancias y alergias alimentarias.
  • Intestino permeable
  • Niveles elevados de azúcar en la sangre
  • Aumento de la inflamación
  • Microbioma alterado
  • Aumento del reflujo ácido, indigestión y úlceras
  • Síntomas del SII intensificados
  • Mayor riesgo de desarrollar SIBO
  • Inmunidad reducida

 

Entonces, ¿cómo sabes si realmente estás bajo estrés? 

Aquí hay 7 síntomas:

  • Acné. Intestino-cerebro-piel.
  • Fácilmente agitada. ¿Estás nerviosa y más acelerada de lo normal?
  • Sentirse abrumada.
  • Tener dificultad para relajarse y calmar/aquietar la mente.
  • Evitar a otras personas.
  • Ansiedad crónica.
  • Disminución de la energía. Los efectos de demasiado estrés pueden ser agotadores.

Próximamente subiré un artículo con consejos para el manejo del estrés. Pero mientras te dejaré una tarea:  identificar lo mejor que puedas la raíz de cualquier estrés. Y podrías incluir técnicas de respiración como esta para mejorar.

Escucha a tu cuerpo para saber si algo es realmente un estrés agudo o si se ha vuelto crónico. Y aunque eliminarlo por completo probablemente no sea una opción, si quieres curar tu intestino, por lo menos debes reducirlo y aprender a manejarlo sin que te gane.

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